Nacido en la tranquila ciudad de Kioto, Haruki más tarde emigró al centro tecnológico de Tokio. Cuando era niño, estaba igualmente fascinado por el mundo de los juegos y el reino de los números. Reconociendo el poder transformador de los datos en los deportes electrónicos, ahora se ha comprometido a decodificar las métricas de los juegos y extraer información útil. A menudo reflexiona sobre la cita: "Detrás de cada píxel, hay un patrón", que subraya su creencia en la sinergia entre los datos y los juegos.